El dadaísmo tuvo su origen durante la 1º Guerra Mundial convirtiéndose en un movimiento, tanto literario como artístico. Surge como una forma de romper con lo establecido; una especie de protesta de rebelión a los estilos clásicos que podíamos encontrar en esta época.
Nos encontramos en una épica donde realmente hacía un cambio en la forma de ver los géneros artísticas. Se cree que este género fue inicia por Hugo Ball, escritor de éxito que aplicó el nuevo género en sus obras; creó el Cabaret Voltaire de Suiza en 1916 considerándose la obra precursora inicial del dadaísmo.
Sus características son muy especiales y específicas.
Tabla de Contenidos
Características principales del dadaismo
Movimiento breve
El dadaísmo se considera que se trató de una corriente artística que duró muy poco tiempo. No tardó en ser sustituido por otros movimientos de gran importancia (Surrealismo, por ejemplo). Es por eso por lo que no nos podemos encontrar una gran variedad de obras como en otros movimientos.
A pesar de su corta duración, algunas de sus características fueron recogidas para asentar las bases del Surrealismo. Podríamos considerar que el dadaísmo fue uno de los padres del resto de movimientos que vendrían a continuación.
El final de un periodo
Se considera que el dadaísmo es el final de las tendencias artísticas de la época. Pensemos que estas tendencias siguen un ciclo que tiene principio y final: este movimiento se encontraba justamente al final para conseguir cerrarlo.
A partir de este punto, todo lo que nos encontramos es revolucionario, que intenta cambiar la forma en la que se han hecho las cosas hasta ese momento. Algunos de los movimientos sucesores serían el Cubismo, Surrealismo o Futurismo.
Digamos que fue una especie de transición entre mostrar las tendencias clásicas de los movimientos anteriores y añadir toques modernos de lo que vendría.
Visión a lo absurdo
Este movimiento, al igual que el surrealismo, se basa en desarrollar temas bastante absurdos. Se parte de una situación real para llevarla al límite de esa realidad. Lo que se intenta enfocar es el mundo interior del autor y como refleja este una situación o experiencia determinada.
Muchas de estas obras parecen no cobrar sentido en nuestra mente. Este es uno de los rasgos propios del dadaísmo. Este género es fruto de un intensivo estudio por parte de los expertos actuales: ya sea en arte o en el género literario.
Provocación
Como la gran mayoría de las tendencias prominentes de la época, lo que realmente se busca es provocar. Esto, aplicado al género artístico, nos devuelve un resultado elaborado con colores muy vivos que nos devuelven unas escenas ilógicas, absurdas y sin sentido.
Aplicado al género literario, se utilizaba la poesía pero con el objetivo de provocar una sensación poderosa en el espectador. De esta forma, las poesías esconden mensajes escondidos con una gran fuerza.
Ya hemos comentado que el “dadaísmo” se opone firmemente a lo establecido, a seguir con las pautas que establecieron para otros géneros anteriores. Es por eso por lo que esta revolución se encuentra plasmada en todas las obras que podemos encontrar de este género.
Se considera que es agresivo porque nació con el objetivo de destruir todas las normas que pudieran existir en los géneros artísticos anteriores.
Un género antiarte
Los propios autores consideran el dadaísmo como el género anti-arte. Para ello se intenta encontrar cualquier sistema que rompa con lo conocido: por ejemplo, para la creación de obras artísticas de pintura o esculturas, se utilizan objetos comunes que podían encontrar por casa.
Sus obras se caracterizan por mostrar un caos con un estilo propio y fascinantes.