El Neoclasicismo es un movimiento cultural en el que la razón y el escepticismo fueron muy predominantes. Se desarrolló a lo largo del siglo XVIII y giró en torno a las teorías de la Ilustración, que apostaban por un modelo de sociedad mucho más justa y en igualdad de condiciones. Este proceso de cambio provocó la caída irremediable del Antiguo Régimen.
Los cambios que se vieron durante el Neoclasicismo, además de girar principalmente alrededor de la sociedad, también influyeron en otros campos como son la arquitectura, la escultura, la pintura y la literatura. Vamos a desglosar punto por punto para ver cuáles fueron los cambios y características del neoclasicismo más significativos.
Tabla de Contenidos
La arquitectura en el Neoclasicismo
El estilo neoclásico surgió principalmente para enfrentarse al estilo barroco, un estilo que mezclaba distintos órdenes en lugar de seguir sólo uno como en el Neoclasicismo.
La principal característica de la arquitectura del Neoclasicismo es la simetría de sus construcciones.
Gracias a la revolución industrial el estilo de vida de las personas de la época cambió radicalmente, aparecieron nuevas técnicas de construcción totalmente innovadoras para los tiempos que se vivían y se empezaron a utilizar materiales que nunca antes se habían utilizado en las obras arquitectónicas.
La escultura neoclásica
En el caso de la escultura ocurre exactamente lo mismo que con la arquitectura. Se trató de acabar de una vez por todas con la frivolidad de las decoraciones barrocas y se empezaron a implementar una serie de principios que se ven reflejados en sus obras. Algunos de estos principios son el orden, la claridad, el equilibrio y el propósito de las obras.
Los materiales más utilizados para estas esculturas fueron el mármol blanco y el bronce.
Otro aspecto que diferencia esta época con las anteriores es que el artista dejaba los trabajos más engorrosos a sus ayudantes para él después dar el remate final a la obra. Estos trabajos consistían en transportar los materiales o fundirlos en moldes creados por el propio escultor.
La pintura en el Neoclasicismo
La pintura fue otro de los sectores que más transformación sufrió en el Neoclasicismo, donde empezaron a predominar las formas sobre el colorido. Si en etapas anteriores predominaban los colores pastel, en esta ocasión fueron los colores ácidos los que protagonizaban las pinturas.
Los temas más representados en las pinturas neoclásicas fueron todos los relacionados con la Revolución francesa, haciendo especial hincapié en los mitos griegos y romanos. La intención de estas pinturas la mayoría de las veces era moralizante, con representaciones muy serias. Además, cada cuadro hacía referencia a un solo tema, sin dejar lugar a dudas o elucubraciones.
En cuanto a materiales que se utilizaban hay que destacar el óleo sobre lienzo, aunque también se realizaron frescos.
La literatura
La literatura neoclásica se caracterizó principalmente por realizar una dura crítica a las costumbres de la población, haciendo especial énfasis en la importancia de una sociedad con unos mínimos de educación y recalcando también el papel que tenían las mujeres de la época y los placeres de la vida. Gracias a la literatura neoclásica, este siglo fue conocido como el Siglo de las Luces.
Las fábulas, relatos o poesías que trataban de exponer enseñanzas morales cobraron bastante protagonismo y normalmente se utilizaban a animales como protagonistas.
En esta época tanto la literatura como los demás aspectos artísticos, se hicieron más accesibles y se dirigieron a un público mucho más amplio que en etapas anteriores. Esto fue provocado porque la mayoría de filósofos de la Ilustración promovieron el culto a la razón y fueron rechazados por los religiosos por considerar que esta ideología pretendía dejar de regir el mundo por las leyes naturales de Dios para dejar lugar a las concepciones ateas del universo
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