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Caracteristicas del humanismo

El humanismo es un concepto que surgió a la misma vez que el “Renacimiento”. Es un movimiento filosófico y político que surgió en Italia del Norte con un objetivo muy determinado: luchar activamente contra la iglesia católica. Es un movimiento que cobró gran importancia porque se extendió hacia los ámbitos científicos del momento (política, filosofía, arquitectura, medicina, artes…).
Esta corriente se establece como base para poder ofrecer sus innovaciones de cara a próximos movimientos. El “humanismo”, a su vez, recoge algunos aspectos de movimientos predecesores y los transforman para ofrecernos un gran movimiento cargado de todo tipo de innovaciones de la época.
A continuación, te ofrecemos sus características principales.

 

Origen del Humanismo

Este movimiento tuvo su origen en el siglo XV y se extendió hasta el XVI. Se caracteriza por el estudio del pensamiento que tenía la antigua sociedad grecorromana. Uno de los aspectos básicos que tenemos que tener en cuenta es su relación con el Renacimiento.
Ambos surgieron a la vez y muchas veces se confunden porque tienen unos ideales muy parecidos. Ambos se caracterizan por ofrecer al hombre una forma de pensar libre y otra manera de poder actuar sin miedo a restricciones o represalias.
Básicamente, podemos concluir que el humanismo se basa en la introducción de ideas modernas que tienen como objetivo cambiar la concepción de los aspectos intelectuales de esos tiempos.
El renacimiento, por su parte, es todo el conjunto de cambios sociales, culturales, arquitectónicos, científicos y pictóricos que sucedieron.
Son dos conceptos que pueden ofrecer una clara confusión pero que, atendiendo sus características por separado, podemos encontrar una diferencia clara.

 

Individualismo

Una de las características más destacadas del movimiento del humanismo es que se resalta la gran importancia del hombre individual, no como conjunto. Algo totalmente en contra de lo que promulgaba la iglesia.
Nos encontramos con un estupendo movimiento que se encarga de destacar la importancia del hombre como sujeto y no como ser social.
En ese ámbito entra en juego el concepto de atropocentrismo: Básicamente se traduce en observar el hombre desde un punto de vista diferente. Se ponen de manifiesto los sentimientos de las personas y la importancia que tienen el entorno para las personales. Además, sus intereses también cobran una gran importancia.
En definitiva, es un movimiento que rompe con lo establecido al mostrarnos realmente al hombre tan importante como lo es. Una corriente que abarca distintos estilos, pero que cuenta con el hombre como eje central capaz de hacer girar el motor de cualquiera de ellos.

 

Aumento cultural

Uno de los cambios más innovadores de este tipo de movimiento es que se tradujeron libros y tratados que directamente venían de Oriente y también de algunas creaciones románicas y grietas. Anteriormente estaban prohibidas por lo que no habían podido ser tratada.
El humanismo establece esa libertad para poder traducir esos documentos para que estuviera al alcance de todo tipo de receptor.

 

Gran concepción del pasado

El movimiento humanista tiene un gran lugar reservado para las antigüedades clásicas latinas y griegas. La idea es simple: los humanistas consideran que toda la cultura antigua ayuda a las personas a integrarse más con ese movimiento.
De esta forma, se pone de manifiesto toda la cultura antigua para establecer una base para ir consiguiendo nuevos conocimientos y creando nuevas obras que serán consideradas muy importantes a partir de ese momento.

En definitiva, el humanismo es un completo movimiento que fue capaz de modificar la estructura de esa época. Trabajó en consonancia con el Renacimiento aunque tuvo unas diferencias básicas muy diferenciadoras.