Los números enteros son básicamente signos que nos brindan la posibilidad de establecer una cantidad determinada con relación a su unidad. El concepto o definición tiene su origen en el latín umĕrus y otorga un variado rango de clasificaciones que generan lo que conocemos como números racionales, números naturales y los que nos ocupan en esta oportunidad, los numeros enteros.
El conjunto de estos incluyen los números naturales (aquellos que se usan para contar los componentes de un conjunto y son siempre positivos) y abarcan el cero y los números negativos que son los que obtenemos al restar un número mayor a un número natural. Así que se considera número entero a todos aquellos que no poseen parte decimal.
Lista de positivos y cero: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20...
Listado de negativos: -1, -2, -3, -4, -5, -6, -7, -8, -9, -10, -11, -12, -13, -14, -15, -16, -17, -18, -19, -20...
Ambas listas tanto la positiva como la negativa son infinitas ya que este conjunto no tiene fin.
Por otro lado, es también importante tener en cuenta que son útiles para determinar la altura de un edificio o de un elemento natural. Por ejemplo, es posible asegurar que el Monte Everest es la montaña más alta del mundo con una altura de 8848 metros sobre el nivel del mar, mientras el Aconcagua es el pico más elevado de los hemisferios sur y occidental con una altitud de 6960 metros sobre el nivel del mar.
En cuanto a los enteros negativos, encontramos que poseen una amplia gama de aplicaciones de orden práctico que resultan bastante útiles en las diversas áreas o facetas de nuestra vida diaria. Por ejemplo, con ellos se puede indicar una temperatura que se encuentre debajo de cero, como “En estos momentos la temperatura en Madrid es de -2ºC” o también podemos señalar profundidad bajo el nivel del mar: “el barco que se hundió fue hallado a 150 pies bajo el nivel del mar”.
Es de gran relevancia tener en consideración que se obtienen como resultado las dos operaciones aritméticas más básicas, nos referimos a la suma y a la resta. La suma de un número de este conjunto da como resultado un número de este conjunto, lo mismo ocurre con la resta.
Durante el siglo VI en la India, los matemáticos hindúes ya hacían referencia a la existencia de los números negativos dentro de sus investigaciones en el mundo aritmético.
También nos brindan la posibilidad de efectuar operaciones de multiplicación, sin embargo, es importante resaltar que por un lado hay que tener en cuenta los signos de los números incluidos en la operación y, por el otro, el producto o resultado de los valores absolutos. Por lo tanto, en el primer caso, o sea, el de los signos hay que hacer observancia de varias reglas importantes las cuales describiremos a continuación:
- + por + es igual a
- – por – es igual a +
- + por – es igual a -
- – por + es igual a -
Para poder comprender más concretamente el funcionamiento de estas reglas, aquí enunciamos algunos ejemplos interesantes de la multiplicación:
- + 4 x + 6 = +30
- – 7 x – 2 = - 14
- – 8 x + 3= - 24
Igualmente, y haciendo referencia a la multiplicación (ver tablas de multiplicar), es importante señalar que existen varias propiedades, tales como la conmutativa, la distributiva y la asociativa. Por último, pero no menos importante, tener siempre en cuenta que el concepto fue instaurado porque se trata de números que nos permiten representar unidades que no son divisibles, tal y como sucede con una familia o con un evento, así:
- No podemos decir “Mi familia está compuesta por 6,7 personas” o
- Los próximos juegos olímpicos contarán con la participación de 32,5 países.
Por su lado, a diferencia de los enteros, los números con decimales (a los que llamamos racionales) si pueden señalar unidades divisibles.