Una onda es un fenómeno que se produce con mucha frecuencia en nuestra vida actual. En realidad, es una perturbación que tiene origen en un punto y que es capaz de afectar al medio que le rodea en mayor o menor intensidad. Es importante tener en cuenta que cualquier tipo de onda (menos las electromagnéticas) necesitarán de un medio para poder propagarse en la dirección deseada.
Por lo general, el medio por el que se ha propagado tiende a deformarse para dejar pasar la vibración de la onda. En el momento en el que ésta ya no tiene efecto, vuelve a recuperar su forma inicial.
Tabla de Contenidos
Todo lo que tienes que saber sobre las ondas
En el momento en el que se produce la perturbación lo que ocurre a nivel interno es que una primera partícula impacta en el propio medio (esta es una propiedad básica de la onda que se conoce como “foco de ondas”) a partir de esta le seguirán todas las demás para que la vibración se pueda llegar a hacer realidad.
Cuando se produce esta vibración es capaz de poder transmitirse en todas las direcciones en las que esté ubicado el medio. Además, a menos que haya algo que pueda dificultar su avance, en todas se moverá con una velocidad constante; es decir, que el medio sea isótropo; en otras palabras, que sea capaz de conservar todas y cada una de las diferentes características de carácter físico y químicas en la dirección en la que pretende avanzar.
Un ejemplo para poder entenderlo
Para poder entender el funcionamiento de una onda podemos imaginarnos a los espectadores de un partido de fútbol en unas gradas. Vamos a imaginarlo como si se hubiera formado la clásica “ola”. En realidad, una onda no es más que eso; la primera partícula podríamos decir que son los primeros espectadores que inician la ola.
A partir de ese momento existe un cierto retraso mientras esta ola se va extendiendo. Esto también ocurre con una onda pero, aunque exista esta demora, todo el medio quedará afectado.
Podemos definir la forma de la onda como la posición en la que se encuentran todas las partículas en ese momento. Es cómo su tuviéramos una cámara muy especial que fuera capaz de poder fotografías esas vibraciones en el momento en el que se están movimiento.
Las ondas y las matemáticas
Para representar la onda se utiliza la función matemática seno porque, una vez que la dibujamos en papel, nos damos cuenta de que tiene una forma de onda muy característica. Será en ese momento cuando, a través de diferentes factores o fórmulas matemáticas, nos encargaremos de poder encontrar la fórmula exacta que se corresponde con la onda.
Una vez que hayamos extraído la fórmula matemática, esta nos puede ayudar con toda una serie de ideas que nos pueden surgir para poder someter a la onda. Por ejemplo, podemos saber la posición exacta que ocupan las partículas en un momento determinado.
Poniendo un ejemplo: vamos a suponer que queremos capturar la onda que se produce en el momento en el que cogemos un látigo y lo hacemos restallar en el ambiente. En este caso si conseguimos establecer el punto inicial de la onda, el final, y algunos intermedios, podremos utilizar la función seno para trazarla de la forma correcta.
Cómo curiosidad final debes de sacar que una onda tan solo es capaz de transmitir tanto cantidad de movimiento como energía… pero en ningún caso es capaz de llevar materia. Las partículas son capaces de vibrar, pero jamás viajarán con las ondas.
Características de las ondas que te ayudarán a comprender como funciona este fenómeno tan especial.