En este artículo trataremos de las características de un emprendedor. Para empezar debemos conocer lo que el término “emprendedor” engloba.
Para ser considerado como un emprendedor solo hace falta tener una idea para montar un negocio que considera con potencial de tener una oportunidad en el mercado, y lo que es más, es capaz de montar dicho negocio a pesar de las adversidades o inconvenientes que se pueden presentar y por los que muchos ya habían podido rechazar esa idea, lo cual nos lleva a una importante característica del emprendedor, no tiene miedo al fracaso.
El salto al mundo empresarial es algo que muchos han intentado o han tenido buenas ideas para hacerlo, sin embargo, se han quedado a medio camino, no han logrado alcanzar la meta de convertirse en un emprendedor de éxito. Sin duda para ciertas personas puede resultar más fácil que para otras, sobre todo hace falta mucho esfuerzo, dedicación de mucho tiempo y no perder la motivación a pesar de los posibles golpes que se pueden recibir, sobre todo al principio cuando se ha puesto todo para que la empresa salga adelante.
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El Emprendedor, ¿nace o se hace?
Es evidente que todos nacemos con unas características diferentes, que van a marcar nuestra actitud ante la vida y ante las posibles eventualidades que se suceden. No se puede negar que hay ciertas personas a las que les viene como anillo al dedo ser emprendedor, otros, por los motivos que sean, también tienen ese gen, sin embargo por su situación actual no han podido desarrollarlo individualmente pero también se puede notar en muchos otros aspectos de la vida.
Lo que quiero decir es que probablemente haya personas más enfocadas a llevar una vida de emprendedor, pero cualquiera con una buena idea, la motivación necesaria y trabajo, mucho trabajo, puede llegar a convertirse en un emprendedor de éxito.
Características comunes a los emprendedores de éxito
● Motivación. Sin duda, la característica más importante que se puede apreciar en todo emprendedor. Más allá de la retribución en dinero que va a percibir, lo que toda persona motivada transmite es fé en su empresa y la total convicción de que lo que está haciendo es en post de que a su empresa le vaya bien.
● Confianza. Creer en tus habilidades y capacidades es otro punto fuerte del emprendedor de éxito, de ahí que esa creencia férrea en uno mismo es transmitida a todos los proyectos que llevan a cabo. Creer que todo lo que te propones es alcanzable demuestra una gran confianza en tus posibilidades.
● Perseverancia y Persistencia. En este mundo hay que estar dispuesto a escuchar muchas negativas a nuestras propuestas o ventas, sin embargo, también hay que saber levantarse tras un “No” y cambiar rápidamente el chip para volver de nuevo al positivismo.
● Capacidad de Adaptación. Hay que saber adaptarse a cualquier periodo y tratar de sacar provecho incluso en forma de búsqueda de oportunidades.
● Sacar conclusiones tanto de los éxitos como de los fracasos. Esta es otra gran característica del emprendedor, hay que ser capaz de analizar tanto los buenos momentos como los malos de ese modo se podrán sacar posibles causas y aprender de ellas.
● Visión de futuro. Esta es una importante herramienta que poseen los emprendedores, la visión de futuro ayuda a resolver o prevenir posibles situaciones adversas o problemas para que la resolución sea lo más rápida posible o incluso poder evitarla.
La psique, en su totalidad, responsable del comportamiento económico
La psicología humana se ha manifestado como causa principal de muchos comportamientos de gran repercusión económica. Casi ninguna actividad que realizada se escapa a una valoración económica y en cada una de ellas intervienen todas las capas que forman la mente de un agente económico.
No es simplemente el tratamiento lógico, correcto o no, de la información disponible. Aún las partes más irracionales de la psique humana toman parte, por ejemplo, en una decisión de compra o de venta.
Un perfil psicológico propio frente a la mayoría
El perfil psicológico de un emprendedor es el de una persona orientada a la acción. Muy por encima de la producción de ideas originales el sello propio de un emprendedor es llevarlas a cabo. Es decir, hacerlas realidad.
En la dirección de las acciones de un emprendedor están presentes las expectativas adaptativas. Se pueden describir como un modelo de comportamiento que ha funcionado anteriormente en otras circunstancias. Añadido a esto siempre hay un aspecto novedoso y original, es la parte más genuina del emprendedor. Es la necesidad de probar pues está convencido del valor que esta incorporación de su idea aporta y no ha sido testada antes.
En el uso más habitual de la palabra emprendedor se sobreentiende una actividad empresarial o comercial. Psicológicamente obedece a un área de acción más amplia.
El emprendedor encuentra en la transformación de la realidad un aliciente especial. No siempre esta intervención tiene un fin directamente económico. Puede encontrar motivos para actuar en los escenarios más variados. Puede ser en un ambiente laboral convencional, en el desarrollo de una afición o por diversión. Es una motivación espontánea que empuja al mismo tiempo pensamiento, sentimiento y acción.
Esta mentalidad no es mayoritaria. Los hábitos asentados tienden a restringir la experimentación y la exploración de alternativas óptimas para lo que ya se ha encontrado una solución. Es un gasto de energía psicológica que en un gran porcentaje de población se evita.
Es importante considerar que, por lo general, la mente de un emprendedor funciona de una forma muy diferente a la de una persona normal y corriente. Es decir, cualquiera puede llegar a emprender pero son muy pocas las personas que conseguirán tener éxito con aquello que se han propuesto.
La creatividad, importante piedra de toque
Después de esta vocación por la acción el emprendedor suele emplear un alto grado de creatividad en su pensamiento. Esto supone ampliar el marco al que se ciñen las soluciones conocidas. Así es como encuentra alternativas sorprendentes. La nueva solución propuesta supone la medida de todos los elementos implicados. Y que se ha encontrado una nueva forma de combinarlos.
Un emprendedor aprende a desarrollar un poco contracorriente sus capacidades. Busca los retos como una forma de probar el ejercicio que hace de ellas. Cada éxito es como un peldaño en una escalera que no termina nunca.
Los ambientes educativos son ideales para descubrir estos espíritus poco convencionales e inquietos. El uso de herramientas pedagógicas modernas para potenciar estas facultades y compartirlas tiene una gran importancia económica.
En la nueva economía, que va abriéndose paso en este siglo, los nuevos campos de acción laboral están en las actividades difícilmente sustituibles por máquinas. Esta es la mejor dirección que se puede seguir y que tiene a los emprendedores como sus guías más cualificados.
Estas son tan solo algunas de las características que tiene el emprendedor… aunque hay mucha más a tener en cuenta. Si realmente quieres triunfar con aquello que te hayas podido proponer, tan solo echa un vistazo a esta pequeña guía para conseguirlo.
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Puede que no sepas si dispones de estas características, pero si tienes ideas en mente que crees que se pueden llevar a cabo no lo dudes, convertirte en emprendedor solo es un paso hacia tu éxito personal, y es una buena manera de poner a prueba tus propias capacidades.