Cuando hablamos de que es una mesa redonda nos estamos refiriendo, tal y como su nombre indica, a un mueble de forma circular, que tiene como principal objetivo la reunión de un grupo de personas que tienen que debatir sobre algún tema en concreto. Aunque este tipo de mesa para reuniones todavía es utilizada a día de hoy, cuando hablamos de ella es inevitable recordar la mítica leyenda en la que el Rey Arturo se reunía junto a sus caballeros alrededor de la mesa para debatir temas relacionados de alguna manera con su reino.
¿Cuáles son las características principales de la mesa redonda?
La mesa redonda cuenta con un director o moderador, que es la persona que tiene autorización expresa para hacer que el resto de integrantes de la mesa siga una serie de normas básicas de comunicación. En otras ocasiones, esta persona también puede ser elegida por el resto de integrantes de la mesa redonda. El moderador tiene que tratar en la medida de lo posible no posicionarse con ningún participante, por lo que es su obligación promover la igualdad entre todos.
Cuando un grupo de personas se sientan a debatir sobre algún tema en concreto en la mesa redonda, le corresponde al director realizar una breve introducción, en la que se plantean todos y cada uno de los problemas que se van a tratar. Después de llevar a cabo la introducción, es cuando los integrantes de la mesa comenzarán a debatir sobre diferentes temas, teniendo el poder de dar o quitar voz el propio moderador de la misma.
El orden es un aspecto fundamental, tanto en la mesa redonda como en cualquier otro debate en el que se reúnan un número elevado de personas. Por norma general, cuando hay una reunión en una mesa redonda, no es para tratar un único tema; es muy habitual que se desarrollen una serie de temas relacionados y que se ordenen de tal manera que puedan ser debatidos por todos los integrantes de la reunión.
Los turnos, como era de esperar, también juegan un papel de vital importancia. En una reunión en la que se encuentran más de dos o tres personas sería imposible debatir nada si no se siguen unos turnos de palabra. Es por este motivo que es obligación del moderador o director de la mesa redonda seguir un orden específico a la hora de dar el turno de palabra a sus diferentes integrantes.
El tiempo va de la mano con los turnos, ya que también es obligatorio establecer cuánto tiempo va a durar cada turno. Además, también establece el tiempo total que durará la reunión en la mesa redonda. Resulta obvio pensar que el tiempo que durará cada intervención en la mesa por parte de cada uno de sus participantes debe ser exactamente el mismo, y es responsabilidad de los participantes respetar estos tiempos y del moderador de la mesa hacerlos respetar.
Otra parte principal de las reuniones en la mesa redonda es el turno de preguntas. Los intervinientes pueden realizar preguntas sobre el tema a tratar al resto de integrantes y, como no podía ser de otra manera, es responsabilidad del moderador de la mesa redonda otorgar los turnos de palabra con sus respectivos tiempos de palabra como crea oportuno.
En la mesa redonda puede haber una única persona encargada de tomar anotaciones o pueden hacerlo todos y cada uno de los integrantes de la mesa. Esta actividad se lleva a cabo para que, al final de la reunión en la mesa redonda, se pueda llegar a una o varias conclusiones firmes que ayuden a tomar las decisiones sobre los temas a debatir en la mesa.